Black Bear

De mis sitios preferidos una gran variedad de platos de diferentes tamaños, excelentes meseros atentos y con gran conocimiento del menú.

Pidan de vino el caballo negro sin duda la mejor opción. Las albóndigas son alucinantes y el postre no dejen de pedir el fondant.

Él ambiente es muy bueno y la decoración del lugar también, el servicio es bueno aunque puede ser mejor, pidan platos para compartir la comida es rica vale la pena ir, pero no es espectacular he probado mejores platos. Recomiendo el pulpo rostizado, los langostinos crujientes y el pesto beef. No me gusto mucho la cocteleria probé un pimp up ginebra, gengibre y hojas de menta muy normal.

El sitio es hermoso, rodeado de verde y en un ambiente precioso. El servicio es bueno sin ser sobresaliente. La comida es para compartir y desde la entrada hasta el postre nos sorprendió. Realmente repetiremos.

La primera vez que fui en una visita que hice a Bogotá recién abrieron y me pareció todo espectacular. Luego regresé a vivir acá hace 8 meses y ya he ido 3 veces. El ambiente y el servicio siguen muy buenos pero la calidad de la comida bajo desde mi primera visita.