Agave Azul

Este restaurante de solo cinco mesas es algo totalmente diferente al resto de sitios en Bogota. No hay menú, sino que a uno simplemente le van trayendo diferentes platos hasta que uno pare. Definitivamente, lo mejor son los tacos cochinita pibil, pero todas las entradas, como el ceviche de salmón y los tacos de langostino, son muy buenas. Aunque es caro, vale la pena probarlo.

Importante, no se puede ingresar sin reserva. El sabor de los platos es excelente, las porciones son pequeñas. El personal es amable, sin embargo el interior del restaurante es bastante pequeño y da la impresión de estar sentado dentro de la cocina, no ea muy agradable el ruido de los elementos de cocina y ver el personal entrar y sacar abarrotes frente a los comensales, para mi opinión muy costoso para lo que ofrece.

Es un restaurante exclusivo, a puerta cerrada que no maneja carta de comidas, solo bebidas. Es de pocas mesas y cocina integrada. Tiene muy buen ambiente y está bien decorado. Le pondría una vela en la mesa, eso lo haría más acogedor. La comida muy rica, bien servida y porciones adecuadas. Se trata de comida mexicana gourmet presentada con un concepto diferente en el cual van llevando platos a la mesa, 3 entradas y 2 platos fuertes todo para compartir. Tiene una gran variedad de margaritas perfectos para acompañar la comida. Muy recomendado.

La comida es deliciosa, especialmente el guacamole y los tacos de langostinos. Son platos especiales, que no venden en cualquier sitio mexicano. Los precios son algo altos, pero vale la pena comer allá.

Excelente concepto y servicio, el menú de degustación es único y siempre que voy tiene algo nuevo, déjense llevar de la sugerencia del chef !