No vamos a encontrar un restaurante de lujo , pero si con un ambiente como su nombre y sitio lo indica , es bien presentado y tiene su toque particular . Esta de moda y por lo tanto hay filas ,y hay que tener paciencia , sin embargo vale la pena la espera por el .buen servicio de los meseros y el sometier , su carta de vinos es buena y variada y a buen precio.toda la carita tiene un toque único de su cheff , la combinación y reducción de sabores son auténticos , entradas, patatas bravas deliciosas, alcachofas a la romanas diferentes y delicadas al paladar ; platos fuertes , la canilla de cerdo en reducción de naranja y miel , con un equilibrio de sabores , crocante y tierno por dentro , único ; mero al limón en cama de risoto negro , agradable , en su punto y conquista . Tal vez sugerir nuevos postres , no son el fuerte , escasos. Vale la pena conocer y degustar la carta . Entendiendo el concepto un 8.5 , volveré.
