Trattoria de la Plaza

El restaurante no esta bien ubicado, se llena mucho y no están muy organizados... Ordenamos y se demoraron una eternidad (casi una hora y media) en llevarnos la comida. Los 3 platos fuertes que pedimos muy sosos... Nada que lo destaque. No lo recomiendo

Es mucho menos de lo que se dice, hay platos muy buenos pero la cantidad de gente y la falta de manejo hace que no salgan tan bien. Los precios son justos. La carta de vinos es amplisima pero el somellier no tenia idea de lo que me decia. Volveré para darle otra oportunidad.

El lugar puede desmotivar a la entrada, pero vale la pena subir, sentarse en un ambiente tipo cafetin de hace 50 años. La comida es variada hay muchos platos para escoger y todo es delicioso. La variedad de vinos es increíble pocos lugares en Bogotá tienen acceso a una variedad tan amplia de vinos. Aunque tienen muchos meseros y sommelier el servicio fue un poco demorado sobre todo a la hora de pagar la cuenta o suministrar las bebidas adicionales. La experiencia estuvo muy buena, un buen rato y una excelente comida. Recomendado el queso camember con almendras y sirope de maple, una entrada de 5 estrellas.

No vamos a encontrar un restaurante de lujo , pero si con un ambiente como su nombre y sitio lo indica , es bien presentado y tiene su toque particular . Esta de moda y por lo tanto hay filas ,y hay que tener paciencia , sin embargo vale la pena la espera por el .buen servicio de los meseros y el sometier , su carta de vinos es buena y variada y a buen precio.toda la carita tiene un toque único de su cheff , la combinación y reducción de sabores son auténticos , entradas, patatas bravas deliciosas, alcachofas a la romanas diferentes y delicadas al paladar ; platos fuertes , la canilla de cerdo en reducción de naranja y miel , con un equilibrio de sabores , crocante y tierno por dentro , único ; mero al limón en cama de risoto negro , agradable , en su punto y conquista . Tal vez sugerir nuevos postres , no son el fuerte , escasos. Vale la pena conocer y degustar la carta . Entendiendo el concepto un 8.5 , volveré.

Aunque tu primera impresión buscando el sitio es que te equivocaste de calle, al entrar empiezas a sentir la magia del lugar. La atención del sommelier es muy buena y los platos ni se diga. Muy buena la entrada de pulpo y chorizo español y las alcachofas a la romana , pero la mejor calificación se la llevan los canelones de ricotta y espinaca, simplemente espectaculares.