Sant Just

Buen restaurante, buena comida, buen ambiente, buen servicio. en especial el magret, y el angus o brangus. precios muy buenos y sus postres excelentes

Atención excepcional. Hay pocas opciones en el menú, pero no se necesita más. Fusión de la comida francesa con ingredientes locales. La presentación, impecable. Muy delicioso e interesante, buenos precios.

Luego del recorrido por La Candelaria, nuestro conductor insistía en llevarnos a un restaurante de comida típica. Honestamente, ya hemos comido suficiente de esa. Leí en TripAdvisor sibre este restaurante y en realidad, no nos decepcionó. Los jugos de guanàbana con mora y otra fruta colombiana, excelentes. Las entradas: ensalada de espàrragos y sopa de cebolla, deliciosísimas. El ratatouille, tal como todos lo califican: buenísimo. Las escalopinas de cerdo las hayamos un poquito resecas pero el acompañamiento de puré y ratatouille compensaron. Disfrutamos viendo cómo euno de los chicos flambeaba las créme brulée, q por supuesto, también probamos. En general, fue una deliciosa experiencia gastronómica. El resraurante está un poco escondido en una calle medio rara del vecindario. Es pequeñito pero con buen ambiente. Gracias al chef Pastor que nos deleitó con sus creaciones hoy. RECOMENDADÍSIMO. Parada obligada en La Candelaria.

Muy buen ambiente la comida deliciosa, excelente la presentación de menú, las mezclas de los jugos muy buenas, salsas deliciosas

Es un restaurante pequeño en La Candelaria. Un ambiente acogedor y poco presuntuoso para un restaurante francés. No hay un menú impreso pero nos ofrecieron un menú de platos franceses tradicional muy bien logrados.