La Bruja

No es el mejor restaurante del centro, pero para el lugar en el que está ubicado, no está tan mal.

Una buena alternativa para almorzar en el centro. En general hay variedad en los platos donde se resaltan las carnes. El servicio es un poco demorado

Un restaurant bastante peculiar, la decoración y el concepto embrujado, así como la carta con nombres alusivos resultan simpáticos. Una sangría servida con nitrógeno interesante. Una entrada de yuca con suero normal. Las costillas de cerdo muy buenas y un pimiento caramelizado extraordinario. La pechuga de pollo marinada y los medallones de lomo bastante buenos. De postre un flan muy bueno y para cerrar un café expreso. Interesante sitio.

Lo que diferencia a este lugar de otros es su locación. En el primer piso de un edificio histórico hacen que el ambiente sea bien agradable. La verdad esperaba mucho más de la comida. Unos champiñones de entrada tan normales como los de una casa con ama de buena cocina y carnes y cortes mas bien normales. La atencion ahi. La simpatía de la dama hacían contrapeso con su ignorancia sobre la carta o sobre las historia del lugar, la cual intentó contar pero no entendi. Un lugar como ese debería tener a sus personal bien entrenado en vender la atmósfera de misterio que lo rodea, estoy seguro que eso lo haría mucho mejor.

El restaurante es agradable, los meseros son muy amables, hay música en vivo (saxofón y guitarra), muy recomendado para celebraciones (cumpleaños, aniversarios). Usted puede preparar su coctel. Hay variedad en la carta, las entradas me encantaron: ceviches, no puedo recomendar un plato en especial, pues pedí una pasta y no me gustó tanto.