Pesimo servicio el mesero te trata como si fueras "su parce" que falta de respeto. El mesero te dice "hola como estas, me llamo javi y pues bueno osea aqui todo es rico y ahi te dejo la carta para q mires lo que te vaya gustado". La comida es regular y las porciones son muy pequeñas y los precios de las entradas absurdente altos. Un chorizo de 5 cm de largo te lo cobran en casi 12.000 pesos y olvidate de los chicharrones, son 5 diminutas porciones en un plato enorme, nada que ver con los de andres que era lo que esperaba. La salda de la posta cartagenera no es dulce como debería ser y el arroz con coco estaba duro. La carne "argentina" no parece serlo excepto por el precio. No es un restaurante para volver. Estaba lleno las veces que he ido y me imagino que por eso consideran que si se llenan sirviendo mala comida y con mal servicio para que mejorar. En bogota mucha gente desafortadamete come "del nombre" y no exigen calidad.
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