Cantina y Punto

En un ambiente muy agradable y muy concurrido (sin recerva cola) se enfrenta uno a una carta muy limitada. El guacamole de la casa muy bueno. Salsas y totopos muy bien. Servicio normal cóctels y tequilas muy bien. Comida realmente muy mala inventada. Los tacos de chicharrón de atun super salados. Los tacos al pastor cerdo igual y demasiado condimentados no sabe uno que está comiendo. Los tacos de camaron solo limón y sal. Creo que tienen un chef muy contento con el salero. Que decepción con la cocina. Un excelente bar y la música lo máximo. Solo para ir a picar! Y eso sí los churros con arequipe deliciosos.

Además de tener una fachada bastante atractiva, Cantina y Punto es un restaurante espacioso y muy bien decorado. La música es espectacular; la combinación entre la tradición y lo moderno le dan un toque agradable y la iluminación (al menos de noche) tienta poderosamente para tomar algunos tragos. Hay cocteles de autor, cervezas importadas y una amplia variedad de bebidas frías. Acompañamos los nachos de cortesía con el guacamole cantina y punto. Los tacos de chancho son definitivamente deliciosos, pero las porciones son algo pequeñas. De lo bueno no dan tanto! Pedimos el pescado a la talla y el volcán de Arequipe de postre. Todo delicioso y todo excelente en calidad y sabor. Nos sentimos muy bien atendidos y salimos seguros de querer volver.

Restaurante mexicano cuya calidad del menú es muy irregular. Las tortillas son hechas a mano y algunos tacos suelen ser deliciosos, como el de camarones. Los cocteles también se destacan. Sin embargo, los platos grandes o "para armar" son bastante pobres en calidad. El chicharrón de atún es muy seco, salado y monótono. Y los guacamoles, que deberían destacarse, son aguados, simples y sin mayor picor.

El ambiente fue lo que mas me gusto! La música un poco fuerte pero te lleva a estar animado y alegre. Si vas con amigos mejor, es claro que es un lugar para compartir. Las porciones son un tanto pequeñas pero si pides entrada, fuerte y postre quedas bien. Me gusto mucho.

Quien creyera que detrás de esa sencilla fachada en una calle casi que peatonal se escondiera este tesoro mexicano. Recomendado y a pesar de no ser mi tipo de comida favorita me pareció excelente. Los tacos de carnitas y las flautas no se pueden dejar de pedir y que decir que las cazuelitas de queso ... buenísimas. Los cocteles muy buenos, el jaguar mi preferido y el pastel de elote no se puede dejar de probar para cambiar el sabor del paladar. Para ir y volver sin pensarlo. El servicio hay que mejorarlo, las veces que he ido no ha sido el mejor pero la comida lo vale.