Black Bear

Se nota el cambio del chef perdió calidad sabor es un restaurante mas, el servicio que era estupendo muy desmejorado la carta de vinos sigue estando muy interesante, El ojo del amo corrige los errores, debe volver a ser lo que era. Ojo con la clientela que esta asistiendo

Es un sitio agradable, atención muy amable, los Toyosakis, ricos; un pollo y una steak, buenos, el salmon con prosciuto delicioso, recomendadísimo.

Para empezar, siempre está lleno y los meseros prefieren tener el restaurante lleno, respetando la reserva, y teniendo a los clientes haciendo fila. Acto seguida, empiezan a acomodar a las personas de acuerdo a la cancelación de las reservas, lo cual puede tomar 30 mins a una hora, en promedio. La comida no es mala, sin ser nada destacable. Dos cosas que no me gustan en absoluto de Black Bear: 1. Las mesas son tan pegadas que uno escucha todas las conversaciones alrededor de uno. Muy pegadas las mesas. 2. Los meseros cada 5 minutos preguntan que si uno que va pedir, como diciendo, pida o párese de la mesa. Esto, para un restaurante del nivel de Black Bear, es inaceptable.

Excelente atención. Si van a comer es mejor hacer reserva, el sitio tiene muy buena acogida. La comida tiene muy buenas fusiones de sabor. Es mejor compartir platos que pedir propio

Buen ambiente para ir de noche por las luces. El servicio del mesero Francisco fue muy amable, recomendación agilizar el tiempo de entrega del plato principal.