Auténtiko

que buen restaurante, atendidos por el propio chef, el rabo de toro es, como el mismo lo dijo: platazo, y las raciones espectaculares, gambas al ajillo, chorizo en vino, para repetir las veces que sea necesario, adictivo

Absolutamente delicioso. El mejor cochinillo que he probado, tierno, jugoso y con la piel crocante. El pulpo maravilloso. Las entradas son de buen tamaño para compartir. El sitio es pequeño pero decorado con mucho encanto. Es quizás el único restaurante realmente español en los alrededores de Bogotá, un pequeño viaje al país ibérico.

De entrada los langostinos en aceite y ajo son espectaculares, sin embargo, el pan que ofrecen se queda un poco corto. Respecto al plato fuerte, pedimos paella, la cual tenía ese sabor auténtico español, con mucho azafrán, personalmente me gustó muchísimo pero me hicieron falta mariscos en la misma. El chef siempre está pendiente de cómo va todo! Buen sitio.

Me gustó, pedimos tapas: tortilla (buena, pero podría mejorar), morcilla de burgos (buena, faltó un poco más de tiempo para que quedara más crocante y se sirvió por debajo de la temperatura ideal), Empanadillas gallegas ( Excelentes, son pequeñas pero buenísimas), boquerones del cantábrico ( deliciosos) y pulpo a la gallega ( maravilloso, delicioso, mejor que en Galicia). La calidad del pan no se compadece con la calidad de los platos, es un punto que se debe mejorar. La atención es buena, aunque podría ser más esmerada. El ambiente es un poco frío aunque la decoración es bastante agradable. Juantxu y Martha nos parecieron muy queridos. Volveremos por los platos fuertes

Muy buena comida y sabor español, la presentación y calidad de los platos es excelente y está acorde con el precio. Recomendado el rabo de toro al vino y la paella.