Agave Azul

Muy buen concepto, te van sirviendo diferentes platos que va creando el chef, ves la cocina y es una casa pequeña y acogedora. La comida es muy rica y son varios platos, tiene buenos cócteles.

Primera vez que visito este restaurante, el recorrido inició con unas tortillas con guancamole, sencillo pero delicioso, luego nos brindaron un ceviche de salmon con una reducción de maracuya, estaba muy rico, nos brindaron también langostinos, tacos con carne a la jalisco y por último tacos de lengua, todo estaba delicioso, pero los tacos de lengua se llevan el premio de la noche para mi, recomiendo el lugar. Es espectacular y vale cada peso pagado. Por cierto las margaritas y bebidas estaban de lo mejor!

Para ir a este restaurante si o si hay que hacer reserva. Uno llega y no hay letrero del lugar ni cuenta con parqueadero . No hay carta entonces a uno le van sirviendo platos para compartir hasta que se llene. La comida es rica, de buen sabor pero la calidad y porciones vs precio no son lo más conveniente, es decir, me pareció muy costoso. Otro punto negativo es el ambiente, muy poco acogedor.

Agave azul Mi restaurante mexicano favorito de Bogotá de lejos y sin competencia cerca... Es un restaurante personal, atendido cuidadosamente por sus dueñas que son muy amables y sumamente esmeradas en la preparación de cada plato. No hay carta de platos fuerte, sólo de los cócteles, que son increíbles, personalmente me gusta bastante el Margarita de mango y el de chiplote, también preparan la cerveza michelada al verdadero estilo mexicano. El menú es uno sólo, que empieza con un delicioso guacamole, que aunque sencillo es impresionante. Luego siguen los dumpling con huilacoche, tacos de langostinos, de cochinita y de carne. También ofrecen, sólo si uno hace reserva, un ceviche de salmón con maracuya.

Lo mejor son los sabores mexicanos que ofrecen, así como tienen una gran variedad de margaritas que hubiera repetido si su precio no hubiera sido tan alto. Algo que no me gustó fue que las tortillas de maíz las calentaban en el microondas. Al final, fueron muy amables y nos pidieron un taxi, que se hizo necesario porque el restaurante está ubicado en la zona residencial del barrio La Macarena.