Versalles

Es una de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad. Proveniente de Argentina, se distingue por su deliciosa pastelería, junto con una variedad de platos para almorzar y también un lugar ideal para tomar un café y conversar.

Amo la pastelería de Versalles, es exquisito y tradicionalmente lindo, el servicio es maravilloso, y su decoración guarda un vínculo estrecho con Argentina, lo cual es encantador. Recomendadísimo, su comida es variada y elegante.

Mi primer recuerdo en Versalles fue casi accidental, caminando años atrás el centro con mi papá, adolescente, entramos y disfrutamos de empanadas argentinas y chilenas, él se pidió una cazuela de mariscos que resultó ser una sorpresa deliciosa e inesperada para el lugar. Es imposible ir a Versalles sin sentir que se ha congelado el tiempo por un momento, es un lugar de añoranzas, de ambiente tranquilo (el segundo piso, el primero no), de pensar que ahí mismo estuvieron nadaístas escribiendo y departiendo tardes enteras. Es un lugar que sabe a centro de Medellín, pero no de Medellín cosmética, sino de esa Medellín que se niega a desaparecer, en la que la tertulia vespertina con un buen café no era algo extraordinario u ocasional. Es un lugar en el que sobrevive el acto de "juniniar". Infaltable una empanada argentina y jugo de mandarina.

Visita obligada en cualquier pasasa x el centro para tomar el algo empanada chilena o argentina o x a no el pastel de pollo, no puede faltar el inigualable jugo de mandarina. Para almorzar recomemdadisima la milanesa de cerdo. Un poco costoso pero vale la.pena lo trasnporta a uno al medellin de antaño.

Si estas en el centro de la ciudad y mucho mas con algun amigo turista, llévalo a Versalles, este sitio es casi patrimonio histórico de esta zona de la ciudad. Sus ricas empanadas y pasteles, sus platos fuertes, son un encanto para volver mágico el paladar en medio del centro de la ciudad