Una propuesta única, con sabores contundentes y originales, ingredientes de primera. Un sitio pequeño pero muy agradable. El bar es pequeño pero muy agradable y con muy buena música para pasar la tarde o la noche con una buena selección de platos como el momofuco (un buen homenaje a David Chang) , las alcachofas asadas, las tostas árabes con tabule o las arepitas rellenas de lomo al wok
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