Ni Cortes Ni Pizarro

Rescatable la atención, empezó bien con la sopa mexicana, los anticuchos fríos sin mucho espectáculo , algo que es una tortilla frita con supuesto lomo saltado , seco dejando mucho que desear y la cereza los tacos de carne reían un sabor extraño, lo cual se manifestó y la respuesta fue lo podían cambiar, a esta altura no era precisamente la mejor opción e igual lo cobraron , el ambiente ni mexicano ni peruano , lastima tener una mala experiencia comenzando por qué no volveré.

Pedí unos tacos de salmón y la sazón del mismo salmón no era como esperaba. Las salsitas de base cremosa como mayonesa estaban buenas: una era estilo chipotle. El servicio muy bueno y atento y, a pesar que fui a almorzar tarde, el ambiente y la deco son originales.

La comida muy rica y los cocteles espectaculares. Fuimos un sábado en la noche y había muy buen ambiente con dj.

Restaurante de fusión peruana-mexicana con muy bonita decoración. Para ir a almorzar en una tarde soleada, es ideal ir al segundo piso. El cóctel de Ginebra con syrup de jengibre es mundial. De entrada te recomiendo los tacos camarones embriagados. No es un restaurante memorable, no hay platos que llamen la atención como para ir una segunda vez.

Tenía altas expectativas, pero salí aburrido. La comida con un sabor promedio, nada sorprendente. Porciones muy pequeñas y precio elevado. Creativa propuesta, pero lejos de ser un lugar frecuentado.