Mini-mal

Después de muchos años de ir, aseguro que este es uno de los secretos mejor guardados de Bogotá! La base es partir de ingredientes del pais (en especial del Amazonas y el Chocó) y lograr unas preparaciones fuera de serie. El concepto tanto del sitio, como de los platos, es bastante particular, donde logran lo mejor de cada uno de los ingredientes dentro de un ambiente muy amable. Todos los platos son únicos, pero las entradas imperdibles son los "Palmira Rolls" y los "Arrullos". Para quien se arriesga a experimentar nuevos sabores con la mejor preparación, este es el sitio!

este sitio me llamo la atención por la interesante propuesta gastronómica que ofrecen de comida pacifico-colombiana moderna Me pareció que el sitio le faltó un poco más de esfuerzo en la decoración. Entiendo que quieran crear un ambiente relajado pero opino que les falta algo. Los cócteles estaban muy buenos y a precios razonables, las entrada que pedí estaba regular Los platos principales estaban muy buenos y con buena presentación. El pescado fresco y la carne muy bien cocinada, Lo único que no me gusto fue la ensalada no tenía aderezo y no le pusieron mucho esfuerzo a la hora de hacerla. En conclusión el sitio me pareció bueno si uno quiere algo diferente a lo que uno siempre come en estos tipos de restaurant pero no creo que el recuerdo de la cena quedara grabada en mi memoria como algo memorable y “must go” en bogota

Favorito, todo en el menú es delicioso. Los platos de muy buen gusto con ingredientes de la cocina colombiana pero con un toque moderno. El personal es muy atento. El ambiente es básico, igual agradable.

De mis restaurantes favoritos, el chef Eduardo Martínez ofrece una carta pequeña pero con miy buenos platos, no me canso de ir. Siempre pido algo de tucupí adicional.

Es una propuesta creativa de sorpresas de sabores con toques colombianos, lo cual genera un valor agregado; además de una serie de nombres de variedades colombianas que hacen divertido el menú . El espacio y la atención es agradable.