Mini-mal

Desde hace muchos años es un lugar muy agradable para comer algo diferente, rico, experimental en un lugar súper acogedor. El servicio es excelente!!! Súper recomendado.

Excelente filosofía del propietario, cada detalle sorprende, su historia, su menú, sus ingredientes y sus aguardientes! A mejorar el espacio se quedo pequeño para tan excelente restaurante.

La Comida es muy rica, aunque no tiene mucha variedad, tiene mucho sabor. El servicio es bueno, pero les hacen falta más meseros, entonces a veces se pueden demorar un poco. Celebramos un cumpleaños y a la que cumplía le regalaron un postre muy rico! Además tiene una tienda de artesanías muy moderna. Lo Recomiendo.

Definitivamente una comida diferente, creativa y con una presentación y unas combinaciones originales. En cuanto al servicio podría mejorar, los meseros son muy atentos pero lograr su atención es complicado. Es bonito el lugar pero no invita a quedarse ni un rato más después de comer.

Me atrevería a decir que es el mejor restaurante de bogota. Su decoración es austera y para nada pretenciosa pero la comida es una cosa loca. Ingredientes del choco y del amazonas. Es impresionante. No pueden dejar de comer chicharrón de calamar.