Madre

Es una sorpresa encontrar este sitio al final del pasillo, decoración moderna, fresco y muy acogedor. En cuanto a la comida la pizza Maria Antonia (muy recomendada), el arroz Bruce Lee y mi favorito el sandwich de jamón serrano.

Comida, servicio y ambiente excelente. Crema de zanahoria sobresaliente de entrada. Chicharrones con leche de tigre y las morcillas de entrada ambas muy buenos. Platos fuertes los 3 deliciosos, Pizza Maria Antonia, costillas de cerdo Roger y el risotto de cola de langosta súper ricos. El risotto fue el mejor plato y la pizza tiene una masa muy buena y cantidad de jamón serrano. Cerramos con broche de oro con un helado frito en una cubierta de harina y un pan horneado con Nutella que pelea con el risotto por lo mejor del día.

La comida es muy rica, el ambiente y el lugar es muy llamativo una gran sorpresa para El Centro, definitivamente un lugar muy bien recuperado. El servicio es bueno.

La pizza aunque de masa suave le faltó un poco de tiempo en el horno, la ensalada un poco pasada de aceite y les hace falta tener una entrada de cortesía teniendo en cuenta el tipo y nivel de restaurante. Lo que si me pareció pésimo es el baño que tiene divisiones tipo rejilla que permiten ver todo hacia adentro y fuera y peor aún con un espejo enfrente donde puedes ver todo lo qué pasa en el sanitario del lado

Sobre la comida: La pizza es buena, aunque las vegetarianas son bastante simples, con algunos trozos de verdura incrustados en el queso. Las bebidas no alcohólicas son muy limitadas. Tiene muy buen ambiente y tal vez eso es lo que determina los precios del restaurante.