Madre

La relación costo-beneficio deja mucho que desear, si bien la comida es rica, su costo es muy elevado para lo que realmente presentan (especialmente la pizza de trucha, los pedazos de pez eran contados y del tamaño de mi dedo índice).

Lo que mas me gustó del lugar es que me generó mucha sorpresa, nunca hubiera pensado que en un pasaje de esmeraldas me encontraría con este lugar urbano, de excelente decoración, muy newyorkino. La musica está nuy buen escojida. Lo mejor del lugar su concepto, una joya para compartir unos tragos con amigos, entradas o pizza. Un must en la candelaria, les va a encantar, hay que visitarlo para quedar como yo, wooh existe un lugar asi en pleno centro se bogotá?, es un viaje a un bar/rest de new york, londres

Es una joya escondida en la Candelaria. No hay una gran variedad de platos, pero los pocos que tienen son inigualables, la atención y la amabilidad también son excelentes. un lugar para volver definitivamente. Platos recomendados: La caldereta y el helado frito.

Un lugar que pone de moda la Candelaria nuevamente entre los rolos. Un lugar con un ambiente juvenil, excelente música y en donde su mejor ingrediente es la amabilidad de sus meseros. Un gran lugar para ir un día asoleado con ganas de salir de los lugares de rutina de Bogotá. Agradable para tomarse un trago con buena compañía, y acompañado de unos deliciosos platos.

La comida se destaca, aunque solo probé el rissoto de camarones y la pizza maria Antonia. El ceviche de chicharrón es aceptable, no es destacado, no lo volvería a pedir. Le falta crocancia