Harry Sasson

Volví después de mucho tiempo, y como siempre el servicio estuvo increíble. Pedimos un lomo de res cocinado en leña que estaba estupendo y un Pato crispy que estaba muy bueno en sabor pero un poco seco. El lugar es impresionantemente lindo, muy agradable para compartir.

Que lugar tan precioso, con esto del COVID han diseñado su espacio cielos abiertos que lo hace precioso para ir a cualquier hora adaptado con todos los protocolos. Realmente es un lugar precioso y la comida muy buena, el servicio impecable y muy atento.

Harry siempre sorprende pero los postres son de campeonato hoy probamos el de Arequipa y el de bocadillo, este último el mejor, los huesos de cerdo muy sabrosos para compartir

Este restaurante es uno entre pocos. La calidad de su comida, la elección del menú, la alta amabilidad de los meseros, la calidez del lugar hace de este un atractivo inmensurable para el comensal. No podría expresar una sola queja, solo elogios al chef a su grupo de trabajo por tan altísima calidad y esfuerzo. Ofrecen platillos gourmet de altísima calidad en porciones razonables. La cantidad de bebidas son sinónimo de una buena elección. El ambiente aunque es para adultos, se presta para pasar una linda cena. Cosas por mejorar. Aunque los meseros son esforzados y elegantes, el hostess no tiene ni idea de buena atención y atender a la puerta. El valet parking es costoso.

Excelente atención. El servicio impecable y la recepción esmerada. Unos panecillos con mantequilla muy bien. Un Prosecco frío de buena cata. Unas arepas de huevo con morcilla normales y un queso paisa preparado como provolettq que resultó interesante. El arroz al wok súper abundante y de buen sabor. El encocado con mero y mariscos deliciosos y un mero al horno muy bueno. Un pastel de postre bien rico. Para finalizar un machiatto excelente. No decepcionó por su fama y ser un clásico de la ciudad.