Es el sitio perfecto para ir con amigos o para ir a curar el guayabo con una buena hamburguesa. Debo confesar que antes no era amante de éstas pero después de probar la hamburguesa parisina, quedé convertida. Es todo lo contrario a la típica hamburguesa aplastada y con sabor a cartón de la mayoría de sitios de comida rápida. Las papas en espiral también son deliciosas y un must definitivo si se tiene mucha hambre, pues las porciones son grandes (yo quedé llena con la hamburguesa de un tercio de libra, la más pequeña).
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