Fuimos en plan de picar y tomar suave nada más así que pedimos una tabla Gigi's y una botella de vino para dos. La tabla tenía una excelente selección de carnes, quesos y vegetales encurtidos - ¡todo delicioso y definitivamente muy recomendado! El vino recomendado por el mesero (K-naia, blanco) también exquisito y a muy buen precio. La música agradable y el nivel de volumen perfecto. En otras palabras, el sitio es agradable, la comida deliciosa y todo por un precio razonable. Definitivamente volveré. No califiqué el servicio con 5 estrellas porque al llegar, esperamos en la recepción a que el host nos diera una mesa y no había nadie pendiente así que tocó buscar a un mesero que estaba ahí cerca a preguntar si sí había servicio pues por la hora (alrededor de las 5 pm) habían pocas mesas ocupadas.

Es el sitio perfecto para ir con amigos o para ir a curar el guayabo con una buena hamburguesa. Debo confesar que antes no era amante de éstas pero después de probar la hamburguesa parisina, quedé convertida. Es todo lo contrario a la típica hamburguesa aplastada y con sabor a cartón de la mayoría de sitios de comida rápida. Las papas en espiral también son deliciosas y un must definitivo si se tiene mucha hambre, pues las porciones son grandes (yo quedé llena con la hamburguesa de un tercio de libra, la más pequeña).

Es el sitio perfecto para comer bueno sin sentirse culpable después. Todos los platos son con ingredientes orgánicos, sin preservativos y las preparaciones son lo más saludable posibles (sin aceites, mantequilla, azúcar o lo que venga al caso). También tienen una amplia selección de tés y postres light excelente. Las porciones son grandes y uno sale lleno y satisfecho. En el mercado gourmet (que tiene su propia entrada externa) venden todos los ingredientes y snacks light (leche de almendras, tofu, brownies de quinoa, mermeladas sin azúcar, etc). En fin, un sitio muy recomendable y no solamente para quienes andan en la onda de lo fit. Sin embargo, el servicio es bastante lento y los horarios de atención no son muy extensos.

Los sanduches son excelentes y las ensaladas deliciosas si se quiere optar por algo más light. La decoración vintage le dan un ambiente muy relajado, informal y ameno. Lo malo es que no abren los domingos (por lo menos el de la 70 con 4). También es un buen sitio si lo que se quiere es ir a tomar unos tragos.

La comida es exquisita. La decoración es moderna sin ser pretenciosa y el servicio muy bueno. Me esperaba pagar mucho más por lo que pedimos y espero volver pronto.

Había oído muchos comentarios positivos sobre este restaurante, por lo que decidí ir a probarlo. En cuanto a la decoración, es excelente y creo que pocos en Bogotá lo superan. Pedí el ceviche apaltado de corvina, pulpo y conchas en leche de tigre como único plato y no me pareció nada de otro mundo. Esperé una experiencia mucho más memorable por la reputación del sitio y el precio.

El ambiente es muy acogedor e informal. Todas las pizzas son deliciosas - masa delgada y crujiente. La carta de vinos es lo suficientemente amplia y hay buenos precios. No recomiendo sentarse en la terraza del de la Zona G pues es fea. La única queja que tengo es que en una ocasión, pedí una pizza margarita que llegó fría. Un consejo es que no pidan la pizza de queso manchego - el sabor del queso es bastante fuerte y el contraste con los sabores de los demás ingredientes no es bueno.

La carta es extensa y hay para todos los gustos, no solamente para los amantes del sushi. La decoración no es nada especial pero siempre hay gente así que la atmósfera general es activa y agradable. Recomiendo los postres raw, que son hechos sin azúcar ni harina. Pedí la tarta de chocolate y me pareció exquisita, no tiene nada que envidiarle a una tarta de chocolate tradicional. Me encanta que este restaurante le haya apostado a ofrecerle opciones más sanas a sus clientes y a brindarles información sobre la procedencia de sus ingredientes. El servicio es rápido y efectivo y los precios son buenos y razonables. En fin, este es un restaurante para ir a la fija.

Los postres, las galletas y los panes son exquisitos! Recomiendo el sanduche de pollo al límon. Para quienes buscan algo más ligero, las ensaladas preparadas al gusto también son una buena opción. Para desayunar o brunch es un sitio ideal, pues los desayunos son deliciosos y el ambiente abierto a la calle es bastante agradable para un buen día soleado. Lo único malo es que es extremadamente difícil conseguir una mesa en "horas pico".

La decoración es espectacular, uno se siente en el Medio Oriente literalmente. La comida es deliciosa - recomiendo la mesa libanesa para picar y el fattousch es excelente.