El Cielo

Me encanto el restaurante, el servicio increíble, una comida muy diferente con sabores únicos! Una experiencia increíble. Definitivamente lo recomiendo, un poco costoso pero con tal de vivir la experiencia, vale la pena.

Creo que mis expectativas eran muy altas con respecto a lo que recibí. Anteriormente había ido a un restaurante similar en México y allí si salí complacido. Con respecto al servicio tuvimos dos inconvenientes nos tocó pedir una servilleta como 3 veces para que por fin la trajeran, pedimos una botella de agua fría se demoraron mucho en traerla porque la estaban enfriando y me llamó la atención ver cocineros vestidos de blanco atendiendo mesas. A pesar de esto los meseros se esfuerzan bastante por hacer la experiencia agradable. Hay pasos muy ricos como la crema de espinaca, como el aderezo que acompañaba el pan, y como la croqueta de yuca. No me agradó la morcilla que en mi concepto estaba rancia, ni el ravioli de gallina líquida. Los otros platos estaban bien. No es costoso sino caro.

No me parece la gran cosa. Es un restaurante con menú de degustación que a veces resulta ridículo. Quieren hacer más una experiencia tipo parque de diversiones que buenos platos que hablen por sí solos. Terminé dañándome una chaqueta porque una masa rosada (que obligatoriamente tenía que tocar antes de comer para no dañar la experiencia) me cayó en la chaqueta. Sin embargo no se puede negar que hay platos de buen sabor. Pero a veces se quedan en hacer platos ridículos que parezcan una cosa para luego uno darse cuenta que no son eso y se sorprenda. Me tocó por ejemplo unos langostinos en salsa de coco que supuestamente tenían que recordarme la experiencia del desayuno porque sabían a cornflakes ??? Para esa gracia me pueden dar cornflakes y no pago esa cantidad de dinero.

Es una experiencia gastronómica única que hay o hay que vivirla o sentirla o ........ Excelente propuesta que te mantiene espectante en cada uno de los pasos, cada uno de los mismos sutiles, delicados y muy bien logrados, el servicio es perfecto, prácticamente personalizado y el ambiente no se queda atrás te consienten todo el tiempo. Volveré.

Quieren hacer tanto que resulta tan malo que no lo hace sentir a uno bien. Solo dos platos. Comida demasiado rebuscada. Obviamente ahí que probar pero para no volver. De los malos restaurantes de primera categoría en Bogotá.