Soy (o era) cliente de Central de años atrás. Sus ceviches eran siempre una buena razón para pasarse y acompañarlos de unos buenos patacones. Pero señores: qué les está pasando últimamente? Se siente una desconexión total entre los dueños, la administración y los empleados de este lugar. En mi penúltima vez hace unas semanas había quedado insatisfecho por un mal servicio y una comida aceptable pero bueno, un mal día lo puede tener hasta Messi. Pero el domingo pasado fui de nuevo y quedé desilucionado. Enlistaré la cantidad de errores que claramente denotan o que el administrador se fue de vacaciones o que la gente del grupo Takami (dueños de este lugar) están mas preocupados por abrir restaurantes que por mantener la calidad de los que ya tienen.
1. Me sirven una Cerveza en un vaso totalmente sucio! Pero no es una manchita estaba realmente sucio. Cambio por favor y el que vino no estaba perfecto pero bueno, al final no soy un cliente complicado (así esta calificación lo parezca, así de mal me fue).
2. Bebidas. Traen 2 cervezas de mas mientras estaba en el baño. "Señor, yo no pedí esto por favor lléveslo".
3. Platos. 55 minutos para los platos fuertes. Esto no es normal no?
4. Bebidas de nuevo. 22 minutos para una agua con gas. Se les acabó y les tocó ir hasta el Carulla??
5. Llega la Parrillada de mariscos y está seca y aunque no está ideal ya tenía un hambre voraz que seguramente me aflojó el paladar.
6. La cuenta. "Señor por favor quíteme las dos cervezas que no pedí".
No volveré a este restaurante por un buen tiempo y aunque soy fan de algunos restaurantes del grupo Takami como Ugly American quiero decirles que están fallando en su administración y en el equipo que escogen para este restaurante. En Central no se ve la pasión de la comida, ya no les creo el cuento del pescado fresco no congelado recién traído y claramente el chef del lugar o no es el mismo o perdió su magia.
Ojalá llegue algún día esta crítica a sus ojos para decirles que se vean el documental de Netflix recién salido de Chefs Table para que recuerden lo que es un restaurante con pasión, no porque tengan estrellas Michellin sino para que vean lo que es un restaurante excepcional y lleno de pasión en cada uno de los platos que llevan a la mes.
No nos merecemos pagar una cuenta de 300,000 pesos por algo menor a lo que se come en Italia, Francia o España. A trabajar.
Buen día.
Juan Carlos Martínez
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