Casa

La comida es excelente con un sabor realmente mediterráneo. El espacio es interesante por ser de interés cultural. El servicio fue bueno.

Le ambiente es tranquilo y cálido. La comida es sencilla y buena, aunque a mi parecer no es muy notable. Probé el pulpo y no me pareció especialmente bueno, pero si recomiendo las berenjenas. En general los platos son buenos aunque pocos se salen de lo tradicional. Para terminar el cheesecake es una buena opción.

Uno de mis favoritos. La entrada de langostinos tempura es recomendada. El pato es uno de los mejores de Bogotá. El servicio siempre esta bien. La barra es pequeña pero cómoda. La carta de vinos esta bien, aunque no es tan variada.

El sitio es muy lindo y tiene excelente ambiente. El servicio es muy bueno y los meseros siempre están atentos. La comida no me mató. Pedimos de entrada croquetas de queso y patatas bravas, que estuvieron bien, pero el fuerte -pato confit y risotto con champiñones, no me gustó. El pato sabía bien pero no estaba bien confitado, y el risotto estaba crudo. La ensalada que lo acompañaba era cualquier cosa. Un amigo pidió las pastas primavera y también quedó desilusionado. Otra persona pidió el arroz de rabo de toro, y sí estuvo buenísimo. Los cocteles tampoco fueron consistentes, unos mejores que otros. Volvería a darle un chance, pero mi primera experiencia no fue la mejor.

Es un ambiente agradable con buen servicio. La carta presenta varias opciones para diferentes gustos. Recomiendo como entradas el tartar de atún y el pulpo a la parrilla.