Black Bear

Es un concepto diferente y vale la pena probar el restaurante. El servicio bueno y la comida muy rica. Sin embargo es un restaurante costoso vs la porciones.

No es propiamente el lugar para una cena romántica, a pesar que cuenta con las características. Es ideal, eso sí, para un encuentro con los amigos, compartir y divertirse. Es increíble la energía que siente, por el volumen de las conversaciones. Y como de compartir se trata, recomendable el pulpo a la parrilla, el tártar de salmón, así como el penicillin cocktail. Importante reservar para no perder el viaje.

El entrecote es malo, no lo recomiendo. El resto de la comida que he probado es buena, pero sin descrestar.

Desde que uno lo ve a pocos metros se enamora del lugar, el servicio es satisfactorio, se recocha con los meseros y hacen que uno pase un buen rato. La comida es buena pero esperaba más. Recomiendo el Minute Steak, la limonada de jengibre y las gomitas son de muerte!

Me encantó, los platos están muy bien elaborados y sirven de forma exquisita. El lugar es muy acogedor y tiene un ambiente muy agradable.