Clásicos sabores de la comida libanesa en un lugar bien decorado y con muy ambiente muy agradable. La carta es amplia e incluye tradicionales kibbes (frito, al horno y nayeh), tabule, tahinne, hummus, empanadas de espinaca, espinacas de carne y yoghurt, arroz con almendras, entre otros. No pueden faltar los mamules rellenos de dátil y el café turco. Falta mejorar el servicio.
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