Es un restaurante con una ubicación inigualable, la decoración es linda, pero parecería que la administración es deficiente... Vinimos un sábado 2 pm (hora pico restaurantera) y estaba bastante vacío, la mesera nos comentó mientras elegíamos que no tenían risotto, y de pescado solo tenían merluza por lo que de todos los platos de pescado (1/2 carta) solo nos podrían preparar sobre merluza. Pedimos albóndigas para nuestro hijo de 2 años, las trajeron picantes y cuando las pedimos de nuevo sin pique, ya no tenían más. Pedí una cerveza sin alcohol y me responden "nos queda 1 creo". No creo que el problema esté en cocina pues los platos están bien presentados y de buen sabor, la mesera no hizo un esfuerzo por mostrar la situación favorable para el restaurante, pero el desabastecimiento me da buena idea del restaurante. Que pesar, pero no tengo buen augurio para Gaspar.

Una taberna japonesa en toda regla: diminuta, ambiente acogedor y minimalista, donde el centro es ¡La comida! Delicioso todo lo que comimos, entradas, arroz, ramen... Hasta nuestro niño de 2 años comió feliz. Recomendadisimo, un secreto bien guardado.

El lugar es muy lindo, con ambientes curiosos, la comida es rica pero muy pesada en cremas y grasas, yo personalmente ya no estoy acostumbrada a eso y me cae mal...

Está bien pero no me parece sobresaliente. El ambiente es bueno, la música y la decoración del primer piso traen un ambiente caribe lindo que no es común en restaurantes Bogotanos. Sin embargo, se me hace que la comida es un poco sosa...

Uno de esos restaurantes qué sorprende con la comida, todo lo que pedimos fue delicioso, cuándo llegó la comida cada cual se concentró en la suya y sé dejó de oír conversación! Al final sólo caras de asombro y satisfacción. El menú infantil espectacular, balanceado y cero soso.

Caí por una buena casualidad a Alelú un domingo por la mañana, sin conocerlo pero con ganas de probar algo nuevo. Lo amé dssde que entré, el diseño interior me llevó a barra de café newyorkina chevere con su musiquita suave y el ambiente acogedor y tranquilo, el servicio impecable y atento, y la comida ni que decir! Delicioso todo, los tequeños y su salsa de finas hierbas, los omelettes en punto perfecto, los jugos naturales frescos y el café de Vereda Central que nunca falla. Muy muy recomendado.

Deliciosa panaderia artesanal, precios muy moderados, el struddel es delicioso, lo mismo el croissant, el chocolate, el deli que tienen es de productos naturales y se ven muy ricos -granola, mermeladas, chocolates- y la panaderia para llevar tambien.

Es bueno, sin embargo tenia muchas expectativas de las hamburguesas por estar en el top del #masterburguer, y no nos pareció nada del otro mundo... es rica pero no inolvidable... las Gordo Fries son deli.

Lo abrieron justo al lado de la Bagatelle -que era el top de brunch dominguero para nosotros-, la decoracion es minimalista sofisticada, con espacios amplios y limpios visualmente, el ambiente muy tranquilo, la atención es impecable. He estado en plan de desayuno, onces y cena (se nota que me gusta el lugar), las porciones de platos fuertes son pequeñas aunque muy buenas preparaciones. Los desayunos son deliciosos (omelettes, h poches, parfait) y similares en precio a su vecino Bagatelle. El café es Vereda Central si mi memoria no falla, y es de los mejores de la ciudad :) Las onces son una delicia, la panadería y postres son exquisitos.

He desayunado y almorzado en este Brot, la terraza no me llama mucho la atención pero el lugar adentro es agradable, no hay que olvidar que en esencia es un café, y no un restaurante. A pesar de esto, los sandwiches y sopas son muy ricas, reconfortantes y sanas, el café es bueno, y la panadería tambien. De desayuno me gustaron mucho las tostadas francesas, las hacen en pan de chocolate. El parqueadero propio le agrega una ventaja sobre sitios similares en esta calle. El servicio no es malo, aunque tampoco descresta.