Ganso y Castor

Por fin pude conocer este sitio y probar sus huevos benedictinos, que aunque muy ricos el plato es muy básico para su precio. Un pan o una tostada para acompañar no caería nada mal, porque vienen solos. El chocolate muy rico pero muy demorada la atención.

El lugar es delicioso, se transporta uno a las calles francesas. Perfecto para un brunch, para almorzar, tomarse un café o comer algo de paso. Delicioso el jugo de frutos rojos.

Una vez más en Ganzo y Castor la comida muy buena agradables sabores y buena atención. El ambiente afrancesado encantador. BUEN TRABAJO

Hay que ser justos con la gente que hace un buen trabajo, pero en este sitio las dos veces que lo visite fue de calidad sobresaliente. Las dos oportunidades fui a desayunar. Tratare de describir pero no se acerca a la realidad. Huevos cocidos a la perfección sobre una cama de papas fritas caseras, acompañadas de un coulis de tomates y coronado con rebanadas de procciutto. La combinación cremosa de los huevos con lo ligeramente crocante de las papas y el sabor balanceado del coulis de tomates y lo potente de jamón dieron un complemento excepcional al este plato. El ambiente grato con muy europeo música que complementaba la ambientación. El servicio gentil, agradable, con buenos tiempos de atención. Ademas pedí una brioch que estaba delicioso. EXCELENTE TRABAJO LOS FELICITO.

Las veces que he visitado a Ganso y Castor ha sido para desayunar. De lo que hay para escoger todo, sin excepción, es excelente. Lo único que deben mejorar es el baño. Es pequeño, mixto y sin aireación. Desdice mucho de la comida que allí se come.