Le ambiente Del lugar es bonito está todo puesto en una terraza con techo movedizo, la música es agradable pero sugiero que para el lugar fuera más tipo louche. El servicio del lugar es lento y hay momentos que parecen desatentos. La comida si estaba más bien quemada, se pidieron varios platos de ellos champiñones portobellos a la parrilla (muy quemados con sabor a carbón), pulpo sus puntas muy calcinadas dándole un sabor muy amargo a la comida, el lomo también muy quemado en varias partes y con poca sal. También se pidió un jugo de mango biche, insípido y muy aguado sabía de todo menos a lo que estaban vendiendo. Si puedo rescatar las costillas ahumadas aunque un poco secas pero de rico sabor. Si me preguntaran si lo recomiendo te diría vallan de pronto les va mejor que a mi.
