Una propuesta que hacía falta en la ciudad. Un parche diferente donde se puede compartir con amigos y/o familia. No es un bar, tampoco un restaurante, es un picnic donde se puede disfrutar una excelente comida y unos buenos tragos. Recomiendo, si van a ir en grupos grandes, que primero reserven porque el espacio no es muy grande y con la gran acogida que está teniendo actualmente, se llena muy fácil. La atención del personal es buena, aunque seguramente irá mejorando con el paso de los días, ya que tengo entendido que el sitio lleva poco más de 2 meses.
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