Sisa Atahualpa

La decoración sin ser relevante, es bonita. La vista del lugar y la música en vivo hacen del lugar agradable para beber algo. La comida es carente de sabor y textura.

La picada que me comí tenía buen sabor, el servicio un poco lento pero no lo suficiente como para sacarme de quicio. La vista es maravillosa y la briza que sopla en sus balcones es una bendición.

De partida al subir al reataurante no nos saludaron al llegar, nos ubicamos solos, después de unos 20 minutos en los que nadue nos atendió llamamos a un mesero (ninguno estaba pendiente del servicio), hicimos nuestro pedido; pizza de pollo con champiñones, amburguesa y lasaña mixta con papa criolla, chocolate, limonada de cereza y cervezas, no se demoraron en servir pero nuestro pedido estuvo bastante regular. La pizza fría, seca (parecía que ni queso tuviera) muy desabrida. La amburguesa estuvo normal, la lasaña algo pequeña, con casi nada de carne y pollo, la papa criolla estaba dura, al pedir salsa para acompañar las papas me llevaron en una bandeja de icopor 6 sobres de salsas diferentes (creo que ni en un sitio callejeron me hubieran ofrecido eso), el chocolate lo sirvieron con azúcar y adicional me llevaron 2 sobres de azúcar por lo que supuse no estaba emdulzado y le puse azúcar, pedí que me pysietan un poco de leche ya que estaba muy dulce y la administradora del lugar se acerca y me dice que me cobran el extra de leche ( ayyy por favor...) finalmente no lo cobraron porque la persona que lo preparo lo endulzo y usualmente no lo sirven así. Los cubiertos son desechables, tuvimos que gritar en una ocasión para que algún mesero nos atendiera. Es triste que un lugar tan lindo como este se desaproveche por la pésima administración, ojala lo mejoren!!!

Si comida me pareció normal, nada fuera de lo común, no me quejo. El sitio es realmente espectacular, tiene una hermosa vista de la ciudad durante las noches en su balcón, muy romántico. Por esta razón hay que tener suerte de lograr un buen lugar allí, ya que el balcón es el punto fuerte de ese restaurante. El servicio es pésimo, pedimos que nos empacaran para llevar lo que nos sobró y lo botaron, se tardan mucho en atender, e incluso en traer la cuenta.

El lugar tiene una vista espectacular, la brisa y la parte de la orquesta andina llamativa, la parte de la comida no es muy buena pedí una ensalada y la verdad se pasaron con la sal y estaba muy llena de aceite de oliva cosa que en una ensalada sólo es la untada y la cerveza me la dieron con un vaso sucio, en cuanto al servicio, todos se pasaban y no tenían un orden.