Tramonti

Buena comida pero no espectacular. Ambiente cálido y tranquilo. Linda vista a la ciudad. Buen servicio. En general una buena opción.

El restaurante es realmente hermoso. Se puede ver toda la ciudad mientras comes. La comida es rica pero nada de otro mundo. Lastimosamente no pude estar en horario en el que hay música en vivo. Pero no me queda duda de que es genial ir un sábado a las 9:00 pm, a comer, ver la ciudad y escuchar música en vivo.

El hecho de reservar con tiempo no garantiza una buena mesa, ni que tengan en cuenta para qué ocasión estas reservando. En cuanto al servicio; muy malo. Todos te tratan con cordialidad pero para terminar dejándote abandonado. La comida es muy buena, aunque tardan demasido tiempo en llevarla a la mesa. Particularmente, de entrada, el antipasto mediterráneo es una opción fresca y deliciosa, y de plato fuerte, recomiendo mucho los canelonis Tramonti. En suma, es un sitio para comer bien, si estás dispuesto a que te sonrían para tomarte el pelo.

Increíble como ha desmejorado este restaurante, sólo lo salva el ambiente y la vista. El ceviche sin sabor, el ossobuco no me gustó. Casi dos horas para servir, el servicio pésimo.

Mi experiencia allí no fue tan gratificante. Compre un grupon y me senti un poco discriminado. Las mesas el menú los meseros son exclusivos para este tipo de comensales.