Santa Costilla

Pedimos todos Costillitas. Tan suaves que no había necesitadas de cortar, solo separarlas del huesito y listo. Lastima que estaban un poco frías. Pero de sabor muy buenas. La ensalada de la casa, es bastante básica y como que no combina con las costillas. La papa al horno no tiene nada del otro mundo. El ambiente es bastante acogedor. Con música en vivo que nos hizo olvidar el frío que está haciendo en estos días en la ciudad.

Al llegar al restaurante había una fila larguísima pero al final la espera valió la pena. Todo lo que pedimos estaba delicioso: chorizos, costillas y mucha sangría!

Es un restaurante sencillo pero tiene una terraza muy rica para comer . Muy concurrido sobre todo los fines de semana , el menú ofrece muchas opciones pero las costillas son la especialidad y las mas ricas que yo he comido ,debido a su largo y lento porceso de coccion la costilla queda tan blanda como la mantequilla y sin grasa .Se los recomiendo .

Todo nos gustó, desde la entrada hasta el postre. Los Chicharrones, muy carnudos, destacaron por su suave textura, sin exceso de sal ni condimentos. El ají, buenísimo. Las Costillas le hicieron honor a su fama. De verdad, la carne se desprende de los huesos casi con mirarla. La salsa acompaña, pero no invade ni opaca al cerdo. Además, la carne no es ni una pizca seca, como sucede tantas veces. Los puntos de cocción del Baby Beef y el Filet Mignon fueron perfectos. El sabor y la textura de la carne eran deliciosos. La salsa del Filet Mignon es de vino tinto con pimienta, sin champiñones ni cremas o maizena. La Torta de Almojábana era caliente, suave y con ricos toques de guayaba y arequipe. Las porciones son generosas. La relación precio/calidad es favorable. Finalmente, la atención fue muy esmerada.

Buen lugar para el antojo de costillas en su punto y con una variedad en la carta. Las costillas al horno y su preparación hace q el sabor sea único.