Es un sitio acogedor con sus aromas y las personas que se encargan de el, la fusión va desde la decoración, pasa por la música (muy buen blues y jazz) y remata en la cocina. Cuando llegan los platos a la mesa es recibir el mundo sobre porcelana, la explosión de sabores, el sincretismo hacen que comer ahí sea toda una experiencia sabrosa.... me encantó el Shawarma Vegetariano y las croquetas de falafel.... vaya y pruebe! 😍
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