El lugar tiene un ambiente sobrio. La pastelería viene en porciones pequeñas, es fresca y no tiene sabor a azúcar de dieta, lo cual es muy bien logrado. Definitivamente no es el sitio espectacular que esperaba y los precios son un poco altos pero es un oasis para quienes tenemos antojos de dulce y no deseamos consumir productos altos en azúcar.
Me gusta