Misia (Centro)

Aunque la calidad de la comida no es mala, los platos son bastante básicos , es un corrientazo caro. Es mejor ir solo a picar y tomar algo. El ambiente y servicio nada del otro mundo.

Es un buen lugar para probar platos típicos de la Costa Caribe, las carimañolas son buenas (aunque pequeñas para el valor), el arroz con coco blanco estaba muy bueno, la carta de lugar me parece completa, el ambiente es acogedor, lo reprochable fue el despiste de las personas encargadas del servicio. Es un sitio al que podría regresar.

El tamaño del local es pequeño, por lo que no es aceptable que aún cuando los platos están listos (se ven), hay demora en pasarlos a la mesa y por supuesto no llegan a buena temperatura. Excepto por esto, el ambiente de piqueteadero - refresqueria muy bien logrado. La comida muy bien lograda, sin excesos de grasa, la costilla en sus líquidos espectacular.

Cuando las cosas comienzan mal... Hice una reserva para las 12:45pm y muy cumplido llegué al restaurante. Me preocupé al ver todas las mesas de dos personas ocupadas. Ante mi desconcierto me dijeron que yo había hecho la reserva a las 12:30pm y que desafortunadamente la había perdido. Le solicité a la persona que me dejara ver la hoja de reservas y efectivamente estaba mi nombre con la hora 12:45pm. Este tema que traten de engañarlo a uno me parece inaceptable desde cualquier punto de vista. Sin embargo teníamos tantas expectativas que decidimos esperar y de milagro una mesa se desocupó a los 20 minutos. Mientras esperábamos nos dimos cuenta de varias cosas: 1) el sitio tiene muchas sillas para el espacio del local. Casi no hay espacio entre las mesas; 2) las mesas son muy pequeñas y las sillas increíblemente incomodas; 3) los pobres meseros no daban abasto con la gente que había en el restaurante (y eso que no estaba lleno) y 4) El ambiente parecía de funeral, lo cual es totalmente contradictorio al tipo de comida que ofrecen. Al obtener finalmente nuestra mesa nos dieron una carta cuyo diseño me pareció muy desordenado y nos advirtieron que no tenían la mayoría de las bebidas naturales. El precio lo encontramos acorde al tamaño y calidad recibida. Sin embargo eso no es positivo cuando le falta "algo" al restaurante. Uno imaginaria que un restaurante de esta gran chef se encontrarían sabores, colores y texturas exóticas de la comida colombiana que quiere ofrecer. Algo adicional a solo ofrecer buena calidad vs cualquier restaurante con la misma oferta popular. Pedimos de entrada unas carimañolas de queso y de carne y unas empanadas. Las primeras nada especiales y las segundas con muy poco relleno. De plato fuerte pedimos un arroz con camarones y una posta negra. El primero tenía demasiado plátano maduro para ser un arroz y el segundo no nos causó mayor impresión. Al final quedamos con la duda de si valía la pena volver. Tengo que admitir que ese sentimiento nunca se tiene cuando uno visita un buen restaurante de comida tradicional u otro de los restaurantes de esta gran chef.

Una muy buena opción para compartir y comer comida típica preparada con innovación. Súper recomendada la Posta negra familia Espinosa y el jugo de arazá. La infusión de frutas y toronjil tiene muy buen sabor.