El lugar es lindo, las pistas de bolos son agradables y el concepto es interesante. Tiene una similitud con los lugares que muestran en las películas de los años 60. Tienen diferentes juegos de mesa, bolos y billar. La comida no está mal, recomiendo las mini hamburguesas griegas. El precio es un poco alto, desde la hora de bolos hasta la comida, pero es un buen plan para hacerlo con amigos.
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