Kurenai

Excelente servicio, aunque algo demorado para traer el plato. Un ambiente muy especial y diferente en Bogotá. Lo único quizá son los precios, algunos platillos son muy costosos para la cantidad.

El ramen fue pésimo, muy salado y oscuro. Al preguntar al respecto nos dijeron que era la preparación. Las bebidas nada fuera de lo común. El ambiente y la atención es lo único que se puede destacar de este restaurante lastimosamente

El ramen bueno, no es lo mas espectacular pero regularmente bueno, el arroz escaso, la limonada normal. Nada fuera de lo común. Las niñas que atienden muy atentas. El que hace dibujos en los platos, talentoso. Un restaurante temático muy mediocre y con unos baños espeluznantes.

Después de tres oportunidades, la primera hace unos tres años, han variado la carta pero no han mejorado: Comida pésima. Intentan hacer comida japonesa con ingredientes poco apropiados como los espaguetis de uso común en la Cocina casera colombiana. Las bebidas malas. Una experiencia de hace un año fue pedir una bebida de café similar a un frapuchino y estaba muy dulce solo en el fondo, de la mitad hacia arriba amarga y tenía dos cubos de hielo enteros. Al hacer el reclamo, el que nos dijeron que era el dueño, no dio explicaciones, nos evadió. La decoración de los platos y la ambientación del lugar son muy buenas, atractivas. Esto es lo que mantiene a los clientes, en su mayoría población estudiantil o joven.

El emplatado es hermoso tienen una cocina muy creativa, es un lugar informa cuentan con poco espacio para la cantidad de gente que los visita sin embargo es un lugar agradable las maids son amables y el servicio desde la cocina es demasiado demorado.