Jacques

Excelente ambiente, sitio indicado para pasar una tarde con familia o amigos. Las instalaciones son apropiadas para pasar un rato agradable, la comida es una locura, la carta está para todos los gustos .

Cada que voy los pan cakes están malos fríos, las bebidas buenas y la panadería muy buena. Cada día esta peor en vez de mejorar

¡Estoy enamorada de esta increíble pastelería! La comida es absolutamente deliciosa, el pan, los postres, el almuerzo y el desayuno. Ofrecen brunch y obsequios especiales para eventos. ¿Y la decoración? ¡Increíble! Se siente como una cafetería parisina tradicional. Vengo aquí desde hace casi 8 años. Un pequeño consejo: siempre llegar aquí con tiempo, diría 1 hora o más. Además, en el segundo piso hay una boutique y la dueña, Ana, ¡es realmente amable! Prueba el pan de chocolate blanco o el de leche ¡no dejarás de comértelo!

La comida es excelente, el precio bien, pero en mi caso por lo menos el servicio es fatal, por decir lo menos una porquería (uno cuenta según como le va en el baile), no es chévere ir con la Mamá para hacerle una atención y cuando uno esta viendo en las neveras o en la especie de barra que tienen que va a pedir y ya se ha decidido, llega una Mesera que obvio solo le importa su mesa y se lleva sin mayor hesitación lo que uno ya había elegido.... Peor aún la jefe o mandamás (no Jacques) respalda la actitud de la Mesera y después en desagravio le lleva un pedacito de paté para que pase el mal rato, yo la verdad no necesito limosnas de paté para que la mujer que me dio la vida no se sienta tan mal atendida en el sitio que yo mismo elegí para llevarla. La lengua castiga, pero espero en mi vida no tener que volver a entrar a ese "chuzo", lástima por Jaques, pero empleados brutos o inconscientes dañan en un segundo lo que un empresario crea en años.

Es muy buen restaurante, pero le hacen falta meceros a la hora de tener muchos clientes, por otra parte se siente un ambiente denso por la señora que coordina a los meceros.