Il Filetto

La carne deliciosa en todos sus cortes y variedades. Las porciones son justas. Recomiendo probar los tres tipos de carnes americana argentina y colombiana como entrada. El postre que recomiendan es delicioso.

Muchas gracias a todo el equipo del IL Filetto desde la llegada hasta la salida de nuestra visita fue una excelente experiencia, su lindo y agradable ambiente adecuado para celebrar cualquier ocasión. Empezamos con una copa de vino y como entrada probamos una deliciosa Burata caliente, los platos fuertes fueron pavo apanado muy bueno. La bistecca tierna y jugosa su ensalada muy fresca, que decir del cordero asado exquisito, suave con un gran sabor. Los postres fueron un rico tiramisú y un delicioso cheesecake de nutella, como toque final de este velada su música en vivo acompañada con dos buenos mojitos. Gracias a todos a todos nos hicieron sentir como en casa.

En un excelente restaurante. El ambiente es perfecto, desde una terraza al lado del horno para una velada mas informal, hasta un segundo piso con decoracion formal al lado de una chimenea. El servicio es excelente, muy atentos, y el dueño siempre los visita en su mesa para asegurarse de que todo este al agrado de uno. En la comida, la porciones son suficientes y la preparación exquisita. Recomiendo la entrada de Tabla criolla y Rueda de chorizo. De plato fuerte recomiendo los Raviolis de carne y los Raviolis de morcilla. La seleccion de vinos es amplia y siempre puedes contar con la asesoria del mesero, que hasta el momento no me ha decepcionado.

Recomiendo todo, es unica la preparacion desde las entradas hasta el cafe.

Estuve en un menú degustación con un chef invitado de Italia y sinceramente no quede para nada satisfecho, los platos no eran lo que ofrecían, por ejemplo uno de ellos era pasta con porcini y en realidad eran champiñones comunes y la pasta no estaba al dente, increíble que esto le suceda a un italiano. Eso sí el precio exorbitante. Aunque tiene un bonito ambiente, resulta muy desagradable tener prendido un televisor en la mitad del comedor, durante toda la tarde. No vale la pena una segunda oportunidad