Nisiquiera probé la comida (Pollo); pues la atención fue tan mala y grosera que solicité la devolución de mi dinero. No tienen menú, ni publicación de precios ni condiciones, y el servicio se paga obligatoriamente (aunque el cliente no lo sabe) o no tienes derecho a sentarte, y si lo haces (cuando pides solo para llevar) te levantan de la mesa de forma poco amable para que esperes de pie en un estrecho pasillo (donde sientes que estorbas, pues a todo momento te piden permiso para pasar a atender las mesas) hasta que la orden esté lista. Aunque fuera el pollo de los dioses del Olimpo, con ese horrible servicio, prefiero seguir comiendo como un simple mortal, en un lugar donde atiendan con gentileza al cliente, donde los platos, precios y condiciones de servicio sean claras desde un principio, y donde la comida sea buena y variada.