Comida colombiana excelente, platos de todas las regiones con algunas variantes que fusionan el sabor de unas regiones con otras, a través de algunos frutas, especies y verduras representativas. El es servicios es ágil y atento. El lugar es cómodo, pensado sólo para almorzar, imagino que es el concepto por estar en el museo. Le agregarÃa algo de música colombiana y jazz.
Sobre el restaurante



SERVICIOS
Menú
Reseñas
(14 reseñas)Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + Plato principal + Bebida SIN ALCOHOL
Un sitio para probar algo nuevo Normalmente los restaurantes de los museos son muy malos; sin embargo este es una excepción a la regla. Es perfecto para turistas o colombianos que quieren probar ingredientes y sabores colombianos diferentes al ajiaco y los demás platos tradicionales. Las entradas son muy pequeñas, pero su precio también es bajo. SerÃa mejor incrementarles el tamaño y el precio en 25%, con lo cual mejorarÃan considerablemente. Las bolitas de plátano maduro con carne de jaiba están ricas y los pastelitos de yuca con carne despechada vienen acompañados de un ajà con lulo espectacular. La sopa de zanahoria y arracacha tiene una presentación y sabor interesantes. Los platos fuertes son de buen tamaño y muy creativos: recomiendo el cerdo o el arroz con camarones, sin embargo los acompañamientos son muy flojos. Un lunar de este sitio es el servicio. Aunque la gente es amable, no están pendientes de las mesas. Casi terminamos el plato principal sin nuestras bebidas. DeberÃamos tener más restaurantes como este. La comida colombiana no es aburrida como la presentan muchos restaurantes de la ciudad.
Interesante iniciativa del chef Eduardo MartÃnez. Aquà encontramos platos colombianos poco conocidos y a veces olvidados, preparados con gracia y conservando la tradición. Yo describirÃa la experiencia de venir acá como "comer en un museo", es prácticamente lo que su ambiente nos sugiere y debo decir que es una sugerencia muy agradable. Las opciones que más me gustaron fueron las ensaladas y las entradas. Hay tantas entradas deliciosas de las cuales escoger, que se podrÃa almorzar con solo entradas. Recomiendo las entradas "Tumaco" y el "carpaccio de guatila". En cuanto al resto me parece que faltan un poco más de opciones, un ejemplo de esto son los postres. Todos son muy deliciosos pero hay muy poquitos. Dentro de esos pocos recomiendo la torta de almojabana, no pueden salir de ahà sin haberla probado.
El ambiente es agradable en un recinto espectacular de la cultura Colombiana. Deben mejorar la carta ofreciendo platos con menos azucar.
Siempre es agradable entrar al Museo Nacional y la experiencia sin duda se complementa maravillosamente con la comida del Panóptico. Delicioso su ceviche de raya y el complemento es increÃble con los helados de Selva Nevada. El lugar merece un segundo aire, pero el ambiente de las paredes viejas del museo le ayudan bastante. Recomendado!
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