Coloquial

La comida es deliciosa. El rib-eye muy bueno. Me gusta mucho que trabajan con frutas y nuevas mezclas interesantes. El jugo de naranja y guanabana delicioso. Tienen varias opciones veganas que suenan muy bien. Los meseros muy atentos y alegres. La decoración no me parece muy coordinada pero tienen una linda vista en el segundo piso.

Mi experiencia en Coloquial fue excepcional, el menu del restaurante es único y vale la pena ir, cocina colombiana de muy buena calidad, recomendado el Trio de conejo.

Un tesoro en Usaquén! Desde que llegas, te reciben con mucho cariño, la cocina es abierta, nos sentamos en el segundo piso, rodeados de ventanales y mucha luz. Nos atendido el Sr. Mario, altamente capacitado y con gran conocimiento sobre la carta, los producto y procedimientos. Como entrada, ordenamos el Carpaccio de piña con camarones a la parrilla. La presentación nos impactó mucho, la mezcla de sabores es realmente una experiencia exótica, refrescante y alegre en un plato, para degustarlo lentamente. Como plato fuerte ordené el tacu tacu de mariscos sobre una camita de arroz y lentejas tostadas acompañados con ahuyama, zuccini y pimentón a la parrilla, suave y con mucho sabor, los ingredientes se sentían muy frescos. Como postre ordenamos la trilogía, en la que para mí lo más interesante fue la papayuela con pimienta rosada. Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido, con una atención verdaderamente inmejorable, apoyados por el Sr. Ernesto. Quiero felicitar a todo el equipo por tan grandioso y arduo trabajo que realizan en este grato y ameno lugar. Al finalizar, nos invitaron a conocer el último piso, en donde tienen una terraza divina y me tomé mi agua aromática.

Coloquial es un restaurante con un ambiente bastante moderno muy íntimo sin perder ese concepto coloquial que quieren mantener. Aunque las mesas y sillas son muy cómodas, la música estaba bastante alta tanto que teníamos que hablar en voz muy alta entre nosotros. Normalmente el clima es fresco pero se puede tornar bastante frío si se permanece al lado de una ventana. La comida se demoró casi 40 minutos. En cuanto a los platos, el Pollo diabola estaba un poco pasado de cocción realmente casi al punto de empezar a saber a quemado, de todas formas el sabor original es bastante agradable. La picaña estuvo bien aunque algunas porciones estuvieron bastante crudas y duras, la pedimos 3/4 pero llegó realmente termino medio y dura solo algunos pedazos. También pedimos el Bagre Coco el cual esperamos que tuviera sabor a leche de coco, pero realmente no sabía a coco, además venía algo crudo. Terminamos con el Coliflor asado, el cual más bien parecía hervido, no tenía mucho sabor y realmente como plato vegano es el que menos recomendamos. Realmente es un buen restaurante pero hay platos que no son tan buenos.

Excelente restaurante muy buenas opciones para veganos también. Probé el braseado de cerveza es muy bueno, lo recomiendo para las personas que busquen algo de carne con un toque dulce y textura similar a la sobrebarriga. Restaurante familiar, lo recomiendo.