Beirut

Pedimos el plaro insignia para cuatro personas que es un caldero con cordero y papa en trozos. El cordero estaba algo grasoso y no era suave, estaban mejor las papas. Los acompañamientos en su orden rollos de parra, tabule, tahin.

Un sitio agradable con buena comida. Se equivocaron con los pedidos lo que causó demora y el malestar que eso genera. Lo recomiendo y aunque los meseros son amables, el servicio puede mejorar mucho.

Debido a mis ancestros libaneses, he comido esta clase de comida toda mi vida (66 años) y doy fe de que, hasta ahora, este restaurante tiene el mejor sabor de la ciudad. El quibbe crudo es espectacular, lo mismo que las berenjenas rellenas. Los tahines son excelentes. Los indios también. Es decir, todo lo que comimos (éramos 3) estuvo magnífico. El mesero se desvivió por atendernos de lo mejor. La mesa en el segundo piso fue bastante apropiada. Me hizo falta el postre favorito: mahalabille. Es como un flan con aroma y sabor a azahar.

Realmente nos desilusionamos. El mesero muy poco atento y la comida muy regular.

Muy buena variedad en la carta, la comida estuvo muy bien, y muy bonito y agradable el ambiente.