El gran plus de este lugar es ser el único de hamburguesas artesanales en el centro de Bogotá. Sin embargo, comparado a otros lugares, se queda corto. El lugar es bonito y pequeño. Las hamburguesas son ricas sin ser excepcionales y bastante grasosas. A veces se les va la mano con la sal. Vale la pena ir si están cerca a la plaza de Bolívar pero no pegarse el viaje solo por ir.
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