Una tristeza, con el tiempo este restaurante ha ido perdiendo sus sabores franceses. De comerse una buena salsa bernesa o un buen pato con salsa de pimienta, hoy en día parece cafetería americana con carta en francés. Reitero mi tristeza.

La comida es casual, nada especial. El ambiente compensa todo. Una carta de vinos muy regular. No es un lugar para comer delicioso si no para pasar delicioso.

Buen restaurante. Menú corto lo que da confianza en la calidad. El Entrecot muy bueno. El steak a la pimienta en su punto. Excelente que cobren descorche para poder uno acompañar la comida con vino excepcional si uno quiere.