El ambiente es agradable, los espacios bonitos y en el día el segundo piso y un par de mesas de atrás tienen mucha luz. La comida es rica, yo pedí unas costillas que tienen piña y miel y bajo picante y estaban en un termino preciso y bien de consistencia. En general es un buen restaurante para un domingo en Usaquen.

Aunque es local no es especialmente acogedor está cómodamente amoblado, incluso tiene una sala para esperar si es necesario, lo que en mi caso no fue necesario porque fui un domingo, pero es bueno que tengan este tipo de espacio y amplitud La comida es rica y tiene toques exóticos, por eso la recomendaría para turistas. Comparada con otras pescaderías más básicas es interesante por los ingredientes pacíficos, tiene una buena relación costo beneficio, y permite un almuerzo familiar o de trabajo sencillo. En contra que no tiene un parqueadero, pero hay varios disponibles una cuadra a la redonda.

El ambiente del museo es en realidad único. No es muy espacioso pero es cómodo, la comida es una agradable sorpresa porque su carta tiene platos que se salen de lo común y que son un recorrido por las regiones pacífica y caribe. Recomendadísimo para llevar turistas y para complementar cualquier paseo al centro, yo diría que es un secreto por descubrir.

El sitio tiene un gran ambiente, la carta es variada y deliciosa. El servicio es amable, es slow food así que debe irse con tiempo. Recomendado.