Ordené la hamburguesa doble (que viene sin acompañamiento alguno) y cerré con una torta de alfajor: gran decepción tanto en uno como en otro. Los sabores de la hamburguesa del Master realmente cero armoniosos, demasiado dulce, carne seca y tamaño ridículo para el precio. Tenía el lugar presente para alguna vez de ida a casa parar a comer pero la verdad no quedé con ganas de darle la oportunidad a algo más.
Precios muy altos para la calidad y tamaño.
Eso si servicio ágil y personal muy amable.
Comidas y bebidas basadas en el té matcha, preparaciones novedosas y la mayoría de buen sabor, al igual que las bebidas. Sin embargo precios exorbitantes respecto a los productos que si bien son ricos no son ni complejos ni memorables. La atención peor que regular y no es por falta de personal, simplemente demoras injustificadas aun siendo el único comensal.
Como la mayoría de marketing de “comida saludable”: mucha expectativa y poca correspondencia.
Ya le hice Check y no regreso.
Un lugar agradable por la vista que ofrece de la ciudad, la distribución de mesas y la música en vivo. Comida bien preparada, en porciones suficientes. Servicio amable. El descache: a las 10pm apagan luces, empieza el DJ y suben el volumen, se siente uno echado. En mi opinión el lugar es perfecto para cenar y tomarse unos tragos, compartir y disfrutar de la vista, pero no más. Logísticamente el sitio no se presta para bailar y la música es bastante regular. Ir al centro en busca de rumba tampoco es muy atractivo en todo caso. Debería enfocarse en ser un buen restaurante.
Un buen lugar para compartir con amigos en una atmósfera festiva. Pedimos varias entradas y un par de fuertes y postres para compartir y aunque los sabores no son memorables valen la pena los totopos, las enchiladas en mole y definitivamente la milhoja. No estuvo mal, pero no regresaría. La atención puede mejorar.
Un sitio sencillo y sin pretensiones que ofrece una comida peruana deliciosa! Porciones generosas de platos excelentes, una atención muy esmerada. La recomendación tanto de compartir los platos como de cuales probar en la primera visita fue muy acertada. Un pisco sour típico, refrescante, delicioso! Volvería hasta probar toda la carta.
El lugar donde se ubica el restaurante no es lindo, el local aunque cómodo y muy cuidado no resalta, pero la comida lo vale.
Un sitio muy agradable para compartir con amigos. La especialidad es una amplia variedad de Gin Tonic que no decepcionan. La comida me pareció bastante buena y bien presentada.
Mi sitio para pecar favorito! En un espacio reducido pero acogedor encuentras la panadería y pastelería más sabrosa! Casi siempre pido para llevar ya que no hay muchas mesas, la atención es excelente, muy amables, se toman el tiempo de responder todas las inquietudes. Las empanadas son ganadoras y en cuanto a dulce mi preferida es la torta de chocolate amargo sin harina. He ido muchas veces y siempre quiero volver.
Es un lugar agradable y espacioso, el servicio es rápido pero no muy esmerado, la comida realmente no impresiona en sabor o presentación, acompañamientos limitados y muy simples. El costo no es elevado pero no lo justifica lo que ofrecen. Una carta muy extensa y se pierde la especialidad que es comida santandereana.
Es un lugar muy agradable, bastante concurrido por lo que es mejor ir con reserva y hacerla con buen tiempo para asegurar una mesa en el salón principal. La atención es siempre amable. La comida: no he probado. I la mitad de la carta pero no ha habido un solo plato (entrada, fuerte o postre ni siquiera bebida) que me decepcione.
El lugar es realmente agradable, sus empleados muy esmerados en la atención que también es rápida, sin embargo la comida me dejo algo desinflada, el sándwich de pavo si bien era abundante carecía por completo de gracia, al igual que la panadería, realmente nada memorable (con lo mucho que disfruto del pan).
El Chori Charrua
Ordené la hamburguesa doble (que viene sin acompañamiento alguno) y cerré con una torta de alfajor: gran decepción tanto en uno como en otro. Los sabores de la hamburguesa del Master realmente cero armoniosos, demasiado dulce, carne seca y tamaño ridículo para el precio. Tenía el lugar presente para alguna vez de ida a casa parar a comer pero la verdad no quedé con ganas de darle la oportunidad a algo más. Precios muy altos para la calidad y tamaño. Eso si servicio ágil y personal muy amable.
Matchachá
Comidas y bebidas basadas en el té matcha, preparaciones novedosas y la mayoría de buen sabor, al igual que las bebidas. Sin embargo precios exorbitantes respecto a los productos que si bien son ricos no son ni complejos ni memorables. La atención peor que regular y no es por falta de personal, simplemente demoras injustificadas aun siendo el único comensal. Como la mayoría de marketing de “comida saludable”: mucha expectativa y poca correspondencia. Ya le hice Check y no regreso.
Céntrico
Un lugar agradable por la vista que ofrece de la ciudad, la distribución de mesas y la música en vivo. Comida bien preparada, en porciones suficientes. Servicio amable. El descache: a las 10pm apagan luces, empieza el DJ y suben el volumen, se siente uno echado. En mi opinión el lugar es perfecto para cenar y tomarse unos tragos, compartir y disfrutar de la vista, pero no más. Logísticamente el sitio no se presta para bailar y la música es bastante regular. Ir al centro en busca de rumba tampoco es muy atractivo en todo caso. Debería enfocarse en ser un buen restaurante.
La Lupita Restorán
Un buen lugar para compartir con amigos en una atmósfera festiva. Pedimos varias entradas y un par de fuertes y postres para compartir y aunque los sabores no son memorables valen la pena los totopos, las enchiladas en mole y definitivamente la milhoja. No estuvo mal, pero no regresaría. La atención puede mejorar.
Indio de Machi Picchu
Un sitio sencillo y sin pretensiones que ofrece una comida peruana deliciosa! Porciones generosas de platos excelentes, una atención muy esmerada. La recomendación tanto de compartir los platos como de cuales probar en la primera visita fue muy acertada. Un pisco sour típico, refrescante, delicioso! Volvería hasta probar toda la carta. El lugar donde se ubica el restaurante no es lindo, el local aunque cómodo y muy cuidado no resalta, pero la comida lo vale.
Roxanne
Un sitio muy agradable para compartir con amigos. La especialidad es una amplia variedad de Gin Tonic que no decepcionan. La comida me pareció bastante buena y bien presentada.
Les Amis Bizcocheria
Mi sitio para pecar favorito! En un espacio reducido pero acogedor encuentras la panadería y pastelería más sabrosa! Casi siempre pido para llevar ya que no hay muchas mesas, la atención es excelente, muy amables, se toman el tiempo de responder todas las inquietudes. Las empanadas son ganadoras y en cuanto a dulce mi preferida es la torta de chocolate amargo sin harina. He ido muchas veces y siempre quiero volver.
Pozo Azul
Es un lugar agradable y espacioso, el servicio es rápido pero no muy esmerado, la comida realmente no impresiona en sabor o presentación, acompañamientos limitados y muy simples. El costo no es elevado pero no lo justifica lo que ofrecen. Una carta muy extensa y se pierde la especialidad que es comida santandereana.
Celestina
Es un lugar muy agradable, bastante concurrido por lo que es mejor ir con reserva y hacerla con buen tiempo para asegurar una mesa en el salón principal. La atención es siempre amable. La comida: no he probado. I la mitad de la carta pero no ha habido un solo plato (entrada, fuerte o postre ni siquiera bebida) que me decepcione.
La Rouguelerie
El lugar es realmente agradable, sus empleados muy esmerados en la atención que también es rápida, sin embargo la comida me dejo algo desinflada, el sándwich de pavo si bien era abundante carecía por completo de gracia, al igual que la panadería, realmente nada memorable (con lo mucho que disfruto del pan).