El servicio es expedito, los meseros pasan constantemente por las mesas preguntando qué se ofrece, al igual que pasan ofreciendo sus panes artesanales que son deliciosos. El brunch es súper completo, hay opciones para todos los gustos. El tema del espacio es complicado, ya que se llena rápido.

Es un restaurante que tiene tradición, lo conozco hace más de 5 años. El chef es muy dedicado al escoger la carta, que aunque ha variado, tiene platos que se han convertido en tradicionales como el Ossobuco, el mozzarella in carroza, los risottos son especialmente deliciosos; toda la pasta que sirven es fresca y preparada por ellos mismos. El ambiente es muy acogedor aunque hace poco estrenan sede, pues cuando empezaron, su sede era un antiguo teatro en Chia. El servicio es rápido, son muy atentos y se esmeran en hacer sentir cómodos a los comensales. El parqueo es difícil pues sólo hay lugar ahí en el restaurante para 8 carros.

La llegada puede llegar a ser algo complicada y más cuando se va de noche, pero sin duda, llegar temprano tipo 5:30 y ver el atardecer desde el mirador, es un muy buen plan. Tienen happy hour de cocktails los sábados hasta las 8 pm, a veces un poco aguados. La comida es normal, no es del otro mundo, las entradas son ricas, los platos bien presentados. Recomiendo el pulpo al arrecife, delicioso.

El servicio es expedito, la comida es buena pero no del otro mundo, los platos no son económicos pero son de porciones generosas, el parque y las atracciones son un factor predominante a la hora de almorzar allí, pues los niños siempre querrán volver.

La comida deliciosa, en especial los fetuccini con langostinos. El servicio no es muy bueno, en una ocasión esperamos más de 25 minutos porque no había mesa disponible y la terraza cerrada porque no están autorizados a abrirla.

El sitio es súper intimo, pequeño, tanto que uno siente la mesa común con los otros comensales. de entrada pedí un carpacio, pero no me descrestó. El servicio es demorado, pero realmente es otra cosa, los sabores lo reivindican.

Es un sitio de hamburguesas, la carta es pequeña y nada variada. Me parece que el precio es exageradísimo siendo una hamburguesa tan sencilla, un poco pretenciosos con el precio pero en sí es rica. Nada del otro mundo.

El paso de los cortes es demorado, pero vale la pena pasarse por el buffet de ensaladas. Me parece algo costoso, terminan, como en todo rodizio, pasando las mejores carnes al final ya cuando uno se ha suplido de cortes buenos pero no los mas deliciosos. Guarden estomago para los cortes finales!

Es un buen sitio, hay que procurar, si se visita con niños, llegar temprano para ubicarse cerca a la caja ya que las mesas de fuera y del ventanal son a veces olvidadas por los meseros. La comida es buena, no es demorado el servicio. El pure de papa con pellejo y acompañado de los vegetales salteados son la delicia.

El brunch es delicioso. Solo abren de viernes a domingo y festivos, asi que la demanda los fines de semana es alta. Hay que llegar antes de 10 am para coger buena mesa y para recibir mejor atencion. El calentado paisa es lo mejor!!