Ya he estado varias veces en este restaurante y la comida siempre ha sido excelente. Una vez no tenían un ingrediente y eso hizo muy demorado un plato, pero estuvieron muy atentos y reconocieron su error. Las papas son deliciosas. Me gustaría que hubiera otras opciones de hamburguesa. La mejor es la que viene envuelta en tocineta.

Venía preocupado por las reseñas que había sobre el servicio, pero el restaurante estuvo vacío cuando llegué y todo estuvo perfecto. El servicio estuvo especialmente bueno, siempre pendientes de todo. El pan de entrada estuvo delicioso, las entradas rápidas y espectaculares (pulpo y ceviche carretillero) y los platos rápidos con sabores y temperaturas perfectas. Fue tal la experiencia que dejé propina adicional.

Vine en hora pico de domingo. Entré al restaurante a las 2:20 y hasta ahora (4:40) no me han traído el plato fuerte. Me trajeron tres veces las bebidas que no eran y una vez la entrada que no era. Al sentarme los asientos y el piso bajo la mesa estaban sucios. Terrible servicio.

Los platos están bien, aunque no a algunos les falta un toque más peruano. Al suspiro también le faltan los 5 centavos para el peso. El ambiente es el punto bajo, con música estilo Melodía Estéreo, desesperante.

No probé los cortes de carne, pero entré porque tenía afán y era el único que estaba abierto en la zona. Pedí la hamburguesa y no tiene nada de especial. Además, se demoró mucho para ser una hamburguesa.

Pedí lo más recomendado: Deep Dish Chicago y entrada de Setas. Contrario a lo que dicen los pocos comentarios negativos, la cantidad de ingredientes me pareció precisa y el sabor excelente. Los smoothies y los jugos dan la talla. Las porciones son grandes, entonces no pude probar postres. De noche hace frío aún junto al calentador. Si son friolentos, busquen las mesas más lejos dela entrada.